Bogotá se impregna de la esencia llanera con la tercera edición de Joropo al Parque

Durante dos días la capital vibró al ritmo del joropo, este festival se convirtió en uno de los más inolvidables en la emblemática Plaza de Bolívar.

La majestuosa Plaza de Bolívar, corazón palpitante de la capital colombiana, se transformó en el epicentro de una celebración que parecía sacada de los cuentos llaneros. En un abrazo fervoroso, una gran cantidad almas se congregaron para ser testigos de la tercera edición de Joropo al Parque, un festival que no solo busca honrar las costumbres llaneras, sino inundar la metrópolis con la magia de sus melodías de cuerdas y ritmos ancestrales.

Por: Laura López, Elian Puello, Any Rodríguez, Nelson Vera, Valentina Sáenz, Richard Riaño

Aquella mañana, el cielo bogotano, cómplice de tantos amores y desventuras, se tiñó de un azul profundo mientras el Instituto Distrital de las Artes (IDARTES) desplegaba su iniciativa cultural. Los festivales al parque surgieron como un susurro de tiempos inmemoriales, una promesa de preservar y revitalizar las tradiciones que corren por las venas de la patria, especialmente las que brotan de los llanos orientales, vastos y llenos de misterio.

La capital, siempre alerta y siempre viva, celebró con devoción esta tercera edición de Joropo al Parque. Durante dos días, más de 350 artistas, bailarines y músicos transformaron las calles en un espectáculo sin parangón. Desde los cantos históricos de trabajo hasta las danzas más emblemáticas, cada presentación fue un lienzo de alta calidad pintado con pasión y destreza, un testimonio de la grandeza cultural de los llanos.

La entrada libre, cual maná caído del cielo, atrajo a los amantes del folclor, quienes sin titubear se dieron cita en la icónica Plaza de Bolívar. Allí, el entorno cotidiano se desvaneció, reemplazado por un océano humano donde el fervor y la expectativa vibraban en el aire, como una melodía eterna. En paralelo, la zona de emprendimientos, promovida por la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico, ofreció un escaparate de maravillas locales: moda, marroquinería, artesanías y manjares culinarios que deleitaron a los asistentes y llenaron de esperanza los bolsillos de los emprendedores.

La capital, envuelta en un manto de gala, se entregó al embrujo de las agrupaciones. Onda Nueva Llanera, con un mensaje de amor y fraternidad, fue solo el comienzo. Nombres como Néstor Rozo, América Rey del Meta, Libardo Olarte, Apóstol Moreno Ostos, Verónica Ortiz y Milena Benites desfilaron por el escenario, dejando una estela de emociones. En esta edición, la presencia femenina fue una llama ardiente, con 144 bailarinas y cantantes destacándose, demostrando que el joropo no solo vive, sino que florece en las nuevas generaciones.

Joropo al Parque 2024 cerró con un balance positivo, afianzando su lugar en el firmamento cultural de Bogotá. Cada nota resonada, cada paso de danza, fue un tributo a las raíces profundas de Colombia. Los llaneros, con su papel fundamental en la diversidad nacional, manifestaron en cada acorde la vibrante energía del joropo. Durante dos días, Joropo al Parque 2024 no fue solo un festival; fue un homenaje a la resistencia, la tradición y el amor por una tierra tan valiosa como Colombia.

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