Los agüeros decembrinos: simpáticas tradiciones colombianas

La palabra agüero proviene del latín augurium: augurio.  Augurar, era una creencia muy extendida en el mundo medieval, con ella se pretendía adivinar o vislumbrar el futuro de cualquier hecho. A los dioses, se les indagaba a través del oráculo, mediante el cual se interpretaban señales, hechos,  vestigios,  o se pedían indicios sobre un evento a suceder.

Escuchar a las aves fué una práctica muy popular en el mundo antiguo.  Se creía que ellas, por el hecho de volar,  traían de otras tierras mensajes y noticias, de allí la expresión “ave de mal agüero”. Las prácticas religiosas politeístas comunes antes del cristianismo, atribuían muchos de los aspectos de la vida diaria a dioses y divinidades.  Los sacerdotes eran los guías mediante los cuales, los hombres se comunicaban con ellos a través de la superstición. 

En ese misticismo de creencia y fe, los seres humanos han tenido siempre la atracción de anteponer el futuro y de conocer la suerte. En estas épocas de fin de año, cuando se hacen balances y promesas de cambio, los agüeros aparecen como muestras de esa curiosidad, esperanza y deseo de un año próspero venidero. Aquí en El Boom, te traemos algunos de los agüeros más curiosos y conocidos en Colombia.

El calzón amarillo

Prácticamente, todo almacén o vendedor ambulante en diciembre ofrecen el cuco amarillo, y dentro de las compras y el ajetreo propio de esta época, siempre ocupan un lugar en el presupuesto familiar. El color amarillo representa la riqueza, la abundancia y la prosperidad. vestirse de ropa interior amarilla para recibir el año nuevo, sigue siendo una de las costumbres más populares; incluso el famoso “casao” de aguinaldo, lleva casi siempre un calzón amarillo con  su par de medias.

La limpieza del hogar

El baño de hierbas, las esencias aromáticas, los sahumerios y el “sacar el diablo” describen muy bien el comienzo de diciembre de las familias colombianas. Antes de adornar y colgar los festejos navideños, se debe limpiar la casa, pintar las paredes y sacar las malas energías. Las “limpias” de fin de año son bastante comunes en los hogares colombianos.

“La limpia”

Paralelo a la limpieza del hogar están las “limpias”. Un cocimiento de las llamadas doce hierbas, con las que el 31 de diciembre se bañan las personas invocando el dinero, el trabajo, la pareja e incluso la fertilidad. Hierbas como la alhucema, el saúco, el romero, la manzanilla y la ruda son las más recomendadas, algunos aseguran que para tener un mayor efecto, se recomienda acompañar el baño con el popular jabón azul.

Las espigas de trigo

Otro infaltable en las ventas de fin de año, son las espigas de trigo en sus múltiples presentaciones. El trigo es el origen del pan y simboliza la presencia de alimento en la mesa durante todo el año. Las espigas de trigo deben colocarse sobre la mesa en la cena de navidad y se recomienda comprarlas para regalarlas a familiares, amigos y conocidos.

El huevo en el agua

Echar un huevo en un vaso de cristal o vidrio con agua, justo en la medianoche del 31 de diciembre,  dejarlo debajo de la cama de un día a otro y luego proceder a su lectura, es quizás, uno de los agüeros más cercanos a las prácticas adivinatorias. Embarazos, pleitos familiares, la muerte de algún conocido, la “piensa un moreno” y una “platica” extra, parecen ser los mensajes más comunes que las formas blanquecinas de la clara del huevo transmiten en el agua. Su lectura debe realizarse por personas expertas en estas interpretaciones.

La vuelta a la manzana con la maleta

Un clásico universal de la agorería es la vuelta a la manzana con la maleta el 31 de diciembre,  justo cuando suenan las doce campanadas. Con ello, se busca tener un año lleno de viajes y aventuras. Sigue siendo muy popular en Colombia ver a las tías correr por la calle con la maletica de ruedas.

Las doce uvas

Otro infaltable, el racimo de uvas junto con las espigas de trigo deben acompañar la mesa. Las uvas tienen entonces doble propósito: llamar a la abundancia por un lado y las doce uvas acompañando al  ritmo de cada una de las campanadas del fin de año, permiten pedir un deseo, uno por cada mes. Pero tenga cuidado, algunas iglesias suelen repicar muy rápido y usted puede terminar en urgencias atragantado. Las uvas verdes son las recomendadas.

La quema del año viejo

Armar un muñeco de año viejo que represente de alguna manera lo malo y lo que debe ser quemado, es una costumbre muy arraigada, especialmente en la cultura paisa. El fuego purifica y representa la renovación. En algunos pueblos y ciudades, se acostumbra además, el concurso del mejor muñeco de año viejo, hacer desfiles por las calles, para luego proceder a la quema. Lastimosamente, a algunos de estos años viejos se les incorpora pólvora, lo que los hace peligrosos, por la romería que generan.

Tener un billete de alta denominación en la cartera

Los “morados” son los protagonistas de esta costumbre. Permitir que el año nuevo lo tome “pelado” es poco recomendable y un billete de alta denominación en la cartera es el apropiado. Ahora, si usted está en una mala racha, los de dos mil pesos también son aceptados.

Las papas peladas

El 31 en la noche debe usted tomar tres papas. Una la debe pelar totalmente, otra la debe dejar a medio pelar y la última dejarla con la cáscara completa. Cuando suene la última campanada anunciando el fin de año, se deben arrojar debajo de la cama de manera simultánea. Al día siguiente y sin mirar, se toma una de las papas. Si la que usted toma es la pelada, significa que tendrá un año apretado económicamente; si la que toma es la que está a medio pelar, usted tendrá un año con cierta solvencia, pero sí la que usted toma es la que tiene la cáscara, usted tendrá un  muy buen año, con abundancia y progreso. 

Abrazar a una persona del sexo opuesto

Cuando suena el ineludible “faltan cinco pa las doce” de Buitraguito y todos corren a sus casas a abrazar a su mamá, tenga en cuenta que este agüero recomienda que el primer abrazo de año nuevo se lo dé a una persona de sexo contrario: huya usted de su papá o de su abuelo si es hombre, o de su madrina y la tía soltera si es mujer.

Las lentejas

En algunas casas, al usted llegar a pasar la noche del 31, le echan un puñado de lentejas en el bolsillo de la camisa o del pantalón. Las lentejas son milenarias y desde siempre se han asociado con la abundancia del comer y la prosperidad.

El “Estrén”

Aunque la costumbre de estrenar ropa el 24 y el 31 de diciembre no pueden considerarse un agüero como tal, sí puede ser la costumbre que mejor representa a los colombianos. “Que no falte la ropita de los niños y si queda pues estrenamos nosotros”. Lo cierto del caso, es que por muy apretado que haya estado el año, las plazas y parques del país se vuelven pasarelas por donde desfilan las galas y los últimos gritos de la moda. Estrenar es el sello de la navidad en Colombia.

Estos son unos de los tantos agùeros que tenemos los colombianos y otros países del mundo, ya que estas prácticas se han globalizado, debido a la migración y compartir de familiares en otros lugares del mundo. 

Por: John César Morales

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Redacción El Boom

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