Una de las profesiones que más ha sido impactada por la tecnología y el desarrollo digital ha sido la comunicación social. La llegada de nuevos formatos, el auge de las redes sociales, la telefonía celular, la inteligencia artificial y el cambio en el modelo de informar y comunicar, ha llevado a que los comunicadores tengan que estar permanentemente actualizados en las TIC.
Aquí en El Boom, presentamos algunas de las tendencias de la comunicación social que marcarán la pauta en el 2024 y que resultan casi ineludibles para los comunicadores.
Reputación digital y huella posicional
Ante la cada vez mayor exposición de los contenidos en la web, especialmente en las redes sociales y la permanencia de los mismos en los archivos, ha tomado fuerza la llamada reputación digital (el nombre o sello que los ciber navegantes determinan o asignan a cada generador de contenidos).
La huella de las posiciones asumidas por el comunicador en cada una de sus publicaciones está al alcance del escrutinio permanente de los lectores, que pueden seguirla fácilmente para determinar las posturas del generador de contenidos frente a diferentes temas, generar comunidades o catalogarlo como contrario a sus maneras de pensar.
Consistencia editorial y argumentativa
Muy de la mano con lo anterior, va la consistencia editorial y argumentativa, es decir la capacidad de mantener coherencia en el discurso, consistencia en la elaboración, narración y desarrollo de las ideas y los argumentos.
Como todas estas posturas van quedando en los contenidos generados y pueden ser consultados fácilmente, variaciones drásticas en las posiciones y discursos de los comunicadores, pueden minar la confianza de sus lectores y poner en entredicho su seriedad editorial.
Adaptación y predicción del algoritmo
Los algoritmos son secuencias estructuradas que se nutren por ejemplo de los patrones de búsqueda de los cibernautas y en cierto modo “conducen” por los contenidos a los lectores. Para que los contenidos sean visibles y alcancen el tráfico y la notoriedad deseados, los comunicadores deben aprender a predecir el algoritmo y adaptarse a él.
Esto es, pensar como piensa el algoritmo y estructurar los contenidos de modo tal que estos estén en el paraguas de las tendencias. Mantenerse altamente informado, analizar los motores de búsqueda y su tráfico orgánico, auditar los contenidos y facilitar el cargue de los mismos son atributos que el comunicador debe desarrollar e implementar.
Hibridación entre la inteligencia artificial y la humana
La inteligencia artificial generativa capaz de producir contenidos, textos, gráficos, y un sinfín de elementos, continuará su interrelación con el quehacer diario de todas las actividades. Ser capaz de combinarla con la inteligencia humana para que se convierta en una herramienta y no una amenaza para el comunicador, debe ser una habilidad a desarrollarse.
El manejarla y utilizarla para apoyar la generación de contenidos, mientras se libera tiempo para realizar investigaciones, profundizar y analizar eventos noticiosos o planear agendas comunicativas, entre otras cosas, es una habilidad requerida para los comunicadores.
Comunicación corporativa desde la empatía y las emociones de la marca
La capacidad para conectar con clientes desde la vinculación emocional sigue ganando terreno en el mundo de la comunicación corporativa. Los mensajes centrados en la experiencia de marca, desde lo multisensorial, yendo más allá de un solo listado de atributos del producto o servicio, requieren comunicadores capaces de generar esos mensajes empáticos.
Para ello, la comunicación demanda historias contadas con alta sensibilidad, que generen recordación en un público cada vez más volátil y saturado. Crear comunidades de uso, mediante asociaciones mentales y sensitivas a través de storytelling, demandará comunicadores con un gran dominio del lenguaje, de las nuevas tecnologías, IA y generación de audiencias especializadas.
Visibilidad en la red y la edición SEO
¿Cómo sobresalir entre la multitud?, es sin lugar a dudas la gran pregunta para los comunicadores y generadores de contenido. Con la refinación en las búsquedas, surge también la refinación en las claves de los contenidos; es una relación entre ser buscado y ser encontrado, en donde ambas partes tienen que dar señales de encuentro mutuo.
Ya no solo los contenidos escritos demandan estructuras de creación SEO, también lo requieren los contenidos audiovisuales, podcast, visuales y demás. Para ello, los comunicadores deben desarrollar la habilidad para identificar y construir señuelos y disponerlos entre sus escritos de modo tal, que los motores de búsqueda los prioricen.
Nuevos influenciadores
Los influencers digitales o creados por inteligencia artificial han empezado a tomar notoriedad e incluso cuentan con miles de seguidores. Este fenómeno seguirá creciendo y se sumará a los muchos artistas, actores, comunicadores o personas del común generadores de contenidos que buscan acrecentar y afianzar sus clientelas digitales.
Tal vez los comunicadores tendrán que crear personajes virtuales o producir contenidos para ellos y además, desarrollar habilidades para identificar temas, historias, personajes, atributos, rasgos que conecten con la audiencia y obtengan notoriedad.
¿Y cómo va a estar el mercado laboral para los comunicadores?
Con unas cifras macroeconómicas discretas en materia de crecimiento económico para el país, definitivamente el sector digital y de medios alternativos seguirá siendo el sector de demanda laboral en el sector. La comunicación corporativa y los administradores de redes también seguirán teniendo cierto mercado, lo cual obligará también a especializarse, adquirir herramientas tecnológicas y digitales.
La competencia con creadores, influencers, youtubers de otras profesiones, estrecha el espectro laboral, pero a la vez permitirá también la apertura de puestos de trabajo relacionados con community manager, estrategas digitales de posicionamiento o editores.
Por: César Morales – IG @johncesarmorales
