
El cine colombiano tiene una amplia historia, desde sus inicios hasta la actualidad ha sido una parte fundamental en el arte y la cultura de este país. En entrevista realizada al director de la Facultad de Cine y Televisión de la Universidad Nacional de Colombia, Juan Guillermo Buenaventura, comenta un poco más sobre el séptimo arte en el país.
¿Cómo comenzó el cine en Colombia?
Empezó con los dos principales historiadores que hay del cine colombiano, sobre todo Hernando Martinez Pardo, con las primeras filmaciones que hizo la compañía Lumiere. Con los inicios del cine, ellos grabaron imágenes en Francia, las cuales fueron proyectando rápidamente, al poco tiempo enviaron camarógrafos y proyeccionistas, ya que sus cámaras tenían la característica de ser proyectores y cámaras, al mismo tiempo, con tan solo un pequeño cambio.
¿Cómo define al cine colombiano?
Un cine en búsqueda. Afortunadamente es cada vez más difícil definir el cine colombiano, eso quiere decir que el cine es muchas cosas experimentales, como el cine de ficción y el documental, la producción audiovisual de los canales comunitarios que son grandes y fuertes, los regionales que están haciendo cosas muy interesantes. Ya hay al menos 15 escuelas de cine y televisión en el país, creo que es una producción en efervescencia y eso es lo que está bien… Cuando una sociedad tiene más personas produciendo y explorando, es ahí donde se consolidan líneas de interés artístico.
¿Cuál película considera que ha sido una de las mejores grabadas y dirigidas por directores colombianos?
Empecemos con el periodo mudo, es interesante la producción cinematográfica en Colombia, sobre todo en este periodo por una relativa producción de corto y mediometraje. Se produjeron tres largometrajes, uno de ellos fue “Garras de Oro”, con una propuesta creativa que muestra cómo las personas que estaban haciendo cine interactúan creativamente con el lenguaje audiovisual o lenguaje de la imagen en movimiento. Me parece que el periodo mudo es el que más se destaca del periodo del cine en Colombia con toda la controversia alrededor de “Garras de Oro”, por el desconocimiento que hay sobre cómo se realizó, sin embargo, para mi es la más interesante.
¿Pensaría que hoy en día sería bueno retomar ese cine mudo y tendría el mismo auge que en aquella época?
No lo creo, vale para nuestro cine y el cine en otras partes del mundo, a veces uno se mete con ciertos autores que no pierden vigencia, como en Nosferatu de 1922 de Friedrich Murnau, es una película que lo sorprende a uno hoy en dia, pero hay películas que también son de 1922 que uno dice qué antigüedad, es decir, bonito pero ya no se usa.
¿Cómo describe el primer largometraje hecho en Colombia, llamado “Maria” y filmado en 1922?
No la he visto completa, pero es curioso porque estos largometrajes son sobre las grandes novelas colombianas del siglo XIX, que se pasaron al largometraje con un buen intento, por eso reitero que el periodo mudo en Colombia es un periodo muy creativo, que vale la pena mirar más al detalle.
Teniendo en cuenta que en el cine de época la censura a la mujer era común, como sucedió con la película histórica de Antonia Santos, en donde se modificaron hechos sucedidos en la vida real, ¿cree que al día de hoy se sigue censurando a las mujeres en el cine colombiano?
No lo creo, por resultado del propio trabajo, recursividad y de las luchas con mujeres realizadoras; creo que ya hay un grupo importante en Colombia, no solo de dirección, sino que el tema de género como tópico de exploración audiovisual está muy presente, se están haciendo buenas cosas tanto en televisión como en cine. Se puede notar un acercamiento más sutil del que se podía notar hace 50 años.
¿Cuál cree que es la intencionalidad del cine social colombiano?
Parafraseando a un realizador latinoamericano: “Una sociedad sin cine es como una familia sin álbum fotográfico”. En este caso ahí se narran los temas sociales y no los cinematográficos, en ese sentido, los más radicales dirían que todo cine es social. Yo no lo creo, todo cine debe ser social si se mira en ciertos periodos de la producción artística en la historia humana donde los artistas no pensaban en el aquí y el ahora, sino en grandes conceptos como el arte abstracto, son los periodos en que más turbulencia social había, como las dos guerras mundiales que fueron períodos de gran abstracción. Por eso uno dice que el arte más alejado de la vida cotidiana es donde hay sociedades en crisis, lo cual es curioso, por lo tanto no todo arte debe ser referente a los problemas más acuciantes.
De acuerdo a su experiencia, ¿cree que estas películas que muestran la realidad de Colombia con el narcotráfico y las guerrillas están sobrevaloradas?
Sin duda, la producción cinematográfica es una producción muy distinta a la producción literaria o de poesía, es distinto en la medida en que es un arte caro que requiere trabajo en equipo con pocas excepciones, pero la producción cinematográfica es un trabajo que requiere un esfuerzo colectivo, quiero decir, esa propensión por violencia y narcotráfico pasa por un filtro social que otras dimensiones del arte no necesariamente tiene que pasar, se ve una preponderancia del tema o con tratamientos alternativos a éste. Con respecto al narcotráfico, hay un canal de televisión mexicano especializado en lo que se llaman los “narcofilms” o películas de narcos y, sin pena lo digo, la mayoría son extremadamente malas en énfasis de que la violencia no es un tema solamente colombiano, pero hay una vieja curiosidad por este que en muchos aspectos es interesante pero de baja calidad. La violencia está sobrevalorada en Colombia, pero no es el único tema desde el punto de vista artístico.
¿Qué temáticas cree que han sido olvidadas por el cine colombiano?
Todas, es que desde la literatura, el cine, el arte y la televisión nos falta explorar la vida del ser humano. Recomiendo leer al escritor argentino Jorge Luis Borges, tiene una literatura abstracta con la temática de las sagas nórdicas, un autor que toca el corazón del ser humano.
¿Qué consejo le daría a los jóvenes que están incursionando en este camino del cine sobre todo con el avance de la tecnología?
No se preocupen por la tecnología, produzcan y realicen con lo que tengan. El problema del cine, en el fondo, y de la importancia social del lenguaje audiovisual, es que parta de la gente y llegue a la gente, el problema tecnológico se consigue y se adapta. Se consigue la cámara cara que se necesita para contar eso que se necesita o, sino, un celular… El tema es mucho más de creatividad en la relación con la sociedad, simplemente produzcan sin miedo.
¿Alguna recomendación final para los lectores de esta entrevista?
Espero que este bello arte nunca muera y que todos los lectores se inspiren e involucren más en el cine de nuestro país. Por lo menos, ¡yo nací para estar detrás de una cámara, no frente a ella!